Se calcula que las hormigas de la
Tierra pesan lo mismo que la humanidad.
Si
desaparecieran, se
produciría
un fenómeno ligado a la extinción mucho más dramático
que el meteorito que acabó con los dinosaurios.
En cambio,
si se extinguiera la especie humana, en términos ecológicos no pasaría
nada.
Las personas
no aportamos ya nada a los ecosistemas, sólo gastamos.
Somos los
más grandes consumidores y, sin embargo, nadie nos consume.
¿O si?
Es el latido de la vida, es el latido de Gaia.
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